Afirma que los líderes de ambas organizaciones criminales ya no tienen problemas entre sí, y que juntos pelearán para regresar la paz al norte del país, situación que ha levantado muchas dudas desde la legitimidad del mensaje hasta las consecuencias que podría traer tal unión.
En su análisis del caso, la organización InSight Crime, dedicada al estudio del crimen organizado, explican que en caso de ser cierta la unión, “tendría importantes consecuencias para el paisaje del crimen organizado”, pues durante años Tamaulipas vivió los estragos de la pugna entre ambos grupos.
“El baño de sangre condujo a altísimas tasas de homicidios dentro de la ciudad y en todo Tamaulipas. A pesar del declive de ambas organizaciones, debido a la captura o muerte de importantes líderes en los últimos años, la lucha persiste pues las facciones de los grupos criminales en la medida en la que buscan el control de sus antiguos territorios”, refiere la organización en su texto del caso.
De acuerdo a El Blog del Narco, es de resaltar que la supuesta alianza fue firmada por facciones pequeñas de ambos grupos, lo que no implica un acuerdo entre otras células.
“Los Zetas y el Cartel del Golfo tienen estructuras operativas descentralizadas que funcionan más como franquicias semi-independientes que carteles de drogas tradicionales y jerárquicos. Algunas de las células de los Zetas se mantienen unidas entre sí sólo por nombre, ya que la marca Zetas les da más fuerza que operar como un grupo criminal independiente”, explican, de acuerdo a un patrón cada vez más común en México.
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