Hombre ataca consulado mexicano en Texas

Realizó más de 100 balazos contra varios edificios de Austin, entre ellos, el consulado mexicano. El agresor, quien fue identificado como Larry McQuilliams, murió en un enfrentamiento con la policía


USTIN, Texas, 29 de noviembre.— Un hombre murió la madrugada de ayer tras enfrentarse con la policía que fue alertada de que el atacante  disparó contra varios edificios de Austin, incluida la jefatura de policía y el consulado de México, informaron autoridades y medios estadunidenses.
El atacante, identificado como Larry McQuilliams de 49 años, con antecedentes policiales y que realizó más de cien detonaciones, podría haberlo hecho por razones antigubernamentales y contra las recientes leyes migratorias decretadas en Estados Unidos, informaron las autoridades.

Si usted ve que una persona dispara contra el consulado de México y luego contra el edificio federal, y sabe que hay un debate en estos días sobre inmigración, aunque esto es pura especulación, no puede dejar de relacionar los hechos”, afirmó el jefe de la policía, Art Acevedo.
McQuilliams también intentó prender fuego el consulado, y la policía dijo que llevaba consigo cilindros portátiles de propano.
De hecho hubo un fuego, creemos que fue iniciado por ese sospechoso, pero afortunadamente fue apagado antes de que el consulado sufriera daños”, añadió.
Tras un “intercambio de disparos en el que estuvo involucrado un oficial”, el departamento de Policía informó que “murió un hombre sospechoso”.
McQuilliams “parecía ser un policía porque tenía equipo y una gran arma en sus manos”, indicó a la cadena NBC un testigo de los hechos que se identificó como Jesse Van Wallene, de 29 años, y quien dijo que un semáforo en rojo lo obligó a detenerse a corta distancia del tirador.
Otro testigo, Hans Paap, que vive cerca de la estación de policía dijo que el ruido de los disparos lo despertó y que pudo ver cómo varios uniformados salían a la calle.
McQuilliams murió después de una confrontación con agentes afuera de la sede de la policía. Los investigadores intentan determinar si el hombre fue aniquilado por la policía o si se quitó la vida.
Los agentes recibieron múltiples avisos de disparos, aunque todo el incidente duró unos diez minutos.
Durante el tiroteo contra los agentes, el sospechoso se inclinó en un vehículo, donde según los policías “parecía haber un artefacto explosivo improvisado”.
Los investigadores trataban de determinar el motivo real que tuvo el hombre para disparar contra el consulado, la jefatura de policía de Austin, el palacio federal de justicia y otros edificios.
Algunos de los edificios están cerca de la conocida zona de ocio de la calle Sexta, donde los bares cierran a las 2 am, aproximadamente al mismo tiempo que comenzaron los disparos la madrugada de ayer.
Art Acevedo precisó que miles de personas están normalmente en la calle en ese momento.
“Se dispararon muchas, muchas balas en el centro de Austin”, afirmó Acevedo. “Con toda la gente que había en las calles, fuimos muy afortunados. Doy gracias que nadie más que el sospechoso haya sido herido o haya muerto”. Los disparos obligaron a cerrar un tramo de la ruta Interestatal 35 durante varias horas de la madrugada.
Acevedo dijo que un sargento, que sostenía las riendas de dos caballos de la policía, hizo disparos contra el hombre armado a las afueras de la entrada principal de la sede policial.
Los policías se acercaron al hombre después de que le dispararon, pero notaron cilindros en su vehículo, que estaba estacionado cerca, y descubrieron que él vestía un chaleco que pensaban que podría explotar. Los agentes se retiraron y fue llamado un escuadrón antibombas. Más tarde se determinó que los artículos no eran explosivos.
“Cada vez que nos topamos con cilindros como estos con alguien atacando edificios del gobierno, hay que temer artefactos explosivos”, advirtió Acevedo al describir la precaución de sus hombres.
La camioneta blanca en la que viajaba el sospechoso aún estaba en la calle fuera de la sede de la policía varias horas después del tiroteo, con todas sus puertas, la cajuela y el cofre abiertos mientras los investigadores la inspeccionaban.
La policía también investigó en la residencia particular del sospechoso, para asegurarse de que no existiera ningún artefacto explosivo que pusiera en peligro la seguridad de los vecinos de la zona. No se encontró rastro de explosivos en el domicilio.
El fuego en el consulado fue extinguido antes de que pudiera ocasionar algún daño significativo. El Palacio de Justicia Federal y la sede de la policía mostraban varios impactos de bala, causando “daños considerables”, puntualizó el encargado de la policía.
La casa del gobernador Rick Perry está a pocas cuadras de la estación de policía; sin embargó, no se sabía si estaba allí en ese momento. El personal de Perry no respondió de inmediato a los mensajes telefónicos y de correo electrónico en busca de declaraciones.
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